Estimable radioescucha: un 4 de enero pero de 1967, sin más preámbulo la banda The Doors inauguró el año de las obras maestras, lanzando a la venta uno de los álbumes debut más memorables en la historia del rock. Publicado por el sello Elektra (EKS-74007), la música del célebre fonograma fue resultado de una acertada mezcla entre rock, jazz, blues, música clásica y extravagante poesía. El órgano de aires eclesiásticos a cargo de Ray Manzarek, la distintiva guitarra de Robby Krieger y la machacante batería de John Densmore proporcionaron el marco musical idóneo para la seductoras y provocativas letras de Jim Morrison. En lugar de himnos para los que se ponían flores en el pelo, en el disco llamado simplemente The Doors, Jim y compañía animan al oyente a saltar muros sin temor a lo que pueda pasar, superando fronteras personales, por ejemplo en la pieza titulada Break On Through (To The Other Side). Inútil tratar de hallar en el fonograma temas de relleno, todas las melodías son cautivadoras, con una dramática tensión que impregna el ambiente de principio a fin. Desde la energética Take it As It Comes, prosiguiendo con la elegante Twentieth Century Fox, la psicodelia seductora de The Crystal Ship, hasta la enigmática receta implícita en Soul Kitchen recomendable para todos aquellos que anhelan "aprender a olvidar". Y por supuesto, la incendiaria Light My Fire, cuya letra es de Krieger, Ésta última destila una poderosa e inolvidable interacción musical entre la voz de Morrison, el órgano de Manzarek, la guitarra de Krieger y la batería de Densmore, impulsando el disco directo hacia la cima. Aunque Alabama Song / Whisky Bar no es composición de la banda, The Doors se encargaron de hacerla suya, con tal éxito que se convirtió en una favorita del Whiskey A Go Go. El persuasivo blues de Willie Dixon esta bien representado mediante la rola Back Door Man que por un tiempo formó parte del repertorio en vivo del grupo. Por otro lado, End Of The Night era un oscuro y desolador poema de Jim al que la banda le puso música para después grabarlo como cinta demo en 1965. Más tarde la pieza fue rescatada y regrabada para el primer disco de larga duración del conjunto. The Doors finaliza con un oscuro y engañoso drama llamado The End, que al comienzo parece ser tan sólo una inofensiva canción de despedida, pero que sin previo aviso se transforma en un escabroso ritual sonoro hasta desemboca en un complejo conflicto edipico, exhibido sin el menor remordimiento y lanzado cual siniestro escupitajo a la cara de una sociedad mojigata. La grabación en consola de cuatro canales no estuvo exenta de problemas debido sobre todo al carácter temperamental e impredecible de Morrison que ya para entonces había dejado en claro que su prioridad era vivir más allá del límite. Durante el registro en cinta magnética de la épica The End, Morrison quien se hallaba tendido en el suelo del estudio viajando en ácido, murmurando unas frases de la canción, repentinamente se incorporó, tomó un aparato de televisión y lo estrelló contra el cristal de la cabina de control. Fue reprendido por el productor Paul A. Rothchild quien lo envió a casa como si fuera un escolar malcriado: Pero en la madrugada Jim regresó, se coló desnudo en el Sunset Sound Recorders y roció con un extinguidor el estudio de grabación, dañando la consola de 4 canales y ocasionando cuantiosos daños. Al final, Rothchild persuadió a Morrison de que se vistiera y regresara a casa. El productor se encargo de que el sello Elektra cubriera los daños. Más tarde, la banda logró grabar la pieza en dos tomas, redondeando así un álbum en esencia conformado por temas que el grupo solía interpretar en el legendario Whisky A Go Go de Los Angeles, California. Desafortunadamente, el conjunto a lo largo de su trayectoria musical no logró igualar la calidad de su álbum debut y Morrison se apresuró a cancelar su suscripción a la resurrección para unirse al exclusivo club de los 27. Escucha canciones de The Doors en Radio Mezcalito. Un saludo afectuoso.
Copyright © Andrés Lang
Ficha técnica del disco The Doors
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Portada del disco EKS-47007 Contraportada del disco EKS-47007 |
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Canciones del disco
Copyright © Andrés Lang
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2 comentarios:
Por cosas del destino crecí con la música de los Doors. Cuando me hice mayor Jim Morrison se convirtió en algo especial, incluso más allá del aspecto musical o el éxito que tuviera, y eso sin aprobar en absoluto su forma de comportarse, sobre todo cuando pudo haber sido un gran escritor y poeta, y lo echo todo a perder. Pero hay algo innegable en este hombre que embarga los sentidos con ese plantel formidable de músicos que conforman la banda. Su personalidad, su carácter es mucho más complejo de lo que parece. En su rebeldía y provocación permanente, subyace un acrisolado espíritu atormentado por el miedo y el amor. Creo imposible calibrar la densidad cautivadora de su voz. Recomiendo leer el ''Enigma Jim Morrison'' de Stephen Davis, es sencillamente la biografía más completa y bien temperada, que hace justicia a este increíble hombre y por supuesto a su irrepetible banda de músicos. The Doors expresa algo más que el resto no pueden decir a través de la música. Muchas gracias por el maravilloso artículo. ¡Siempre con Radio Mezcalito desde España!
Estimado Adelbert, excelentes comentarios los que nos has compartido acerca del Rey Lagarto y la banda californiana. Estoy de acuerdo con tu opinión y agrego que la música de los Doors conserva una vigencia, frescura y toque de modernidad que le han permitido resistir con gran éxito la decisiva prueba del espacio-tiempo. Eran músicos y artistas adelantados a su época. Un saludo afectuoso y seguiremos difundiendo el legado musical de esta emblemática banda de rock. Muchas gracias por compartirnos tu sentir, tu valiosa opinión y experiencia personal acerca de Jim Morrison y Los Doors. ¡Un saludo afectuoso!
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